jueves, septiembre 06, 2007

Que nadie duerma



A estas horas del día ya es muy probable que se haya enterado de la triste noticia del fallecimiento del tenor italiano Luciano Pavarotti. Obviamente se trata de una gran pérdida, pero no nos engañemos, su descuidado físico y la larga enfermedad que arrastraba, unido a la operación a la que fue sometido el año pasado no auguraba nada bueno. Considerado como uno de los mejores tenores de la escena operística (a pesar de que el que suscribe opina que por encima de todos está Alfredo Kraus y Plácido Domingo), Pavarotti pronto se convirtió en un personaje popular, que trató de acercar a la masa el género lírico. Así, no se limitó a participar en óperas de la talla de "Rigoletto", "Falstaff", "La traviata", "Turandot" o "Aida", sino que, en su afán de llegar al máximo de público posible y no sólo a los sesudos críticos y acaudalados aficionados, ofrecía recitales con selección de arias operísticas y canciones napolitanas en recintos deportivos. Los más famosos fueron los que realizó junto a sus dos amigos José Carreras y Plácido Domingo, y que llegaron a ser editados discográficamente. Esto lógicamente le supuso tener que acatar las críticas de los más exigentes y estrictos, pero sin duda alguna no era lo que más le preocupaba a Luciano. Se ha apagado una estupenda y potente voz, quizás la que mejor entonaba el Nessun dorma, de "Turandot". Como sentido homenaje, valga este video de la susodicha aria.

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