lunes, mayo 25, 2009

Inagotable Zimmer

A falta de ver la película, y es que, ¡qué pereza me dan los Srs. Dan Brown y Ron Howard juntos!, no puedo negar que estoy disfrutando de la banda sonora de Angeles y demonios. Hans Zimmer vuelve a demostrar el grandísimo compositor que es y se marca una partitura plagada de coros apocalípticos, enigmáticos pasajes pausados contrastados con otros plagados de una percusión inquietante y un bellísimo tema principal que se queda grabado en la mente. Por si fuera poco, en la ejecución está nada más y nada menos que Joshua Bell, uno de los cinco mejores violinistas del mundo.

Quizás la música tenga una escucha independiente algo tosca y su virtud mayor sea la ilustración de las imágenes, pero el score contiene dos temas, a saber, "Science and religion" y este "503" que son para quitarse el sombrero. Alégrense los oidos.

jueves, mayo 21, 2009

No hay sitio para ti

Leo en El Pais la siguiente noticia: "No hay salas para tanto cine (español)". ¿Tanto cine español? Si estamos hartos de ver cómo de cada diez o doce estrenos se cuela un film de nuestro país, por lo que no doy crédito a la noticia. Pero sí, amigos, resulta que no todo el cine español se estrena, quedándonde en el tintero una parte sustancial de la filmografía realizada, esencialmente, por nuevos realizadores sin recursos y con ideas arriesgadas (económicamente hablando). Los productores cada vez hilan menos fino y apuestan por lo seguro, por el reclamo televisivo, por la cara conocida o por la historia poco exigente que provoque el acercamiento del público a la taquilla sin temor ni incertidumbre algunas.

No soy de los que tiran piedras sobre el cine español, como otros sí hacen desde su plataforma (o mejor dicho, púlpito) radiofónico, aunque soy consciente de sus limitaciones y que debería regularse en profundidad la cuestión de la financiación, incentivando y motivando a los nuevos realizadores. Por otro lado, no me parece de recibo que películas, por el hecho de augurar un escaso o nulo interés en taquilla, sean despreciadas de plano y condenadas al olvido. Todo trabajo cinematográfico merece su exhibición, bien sean en circuitos comerciales o bien de mera exposición cultural (para ello se aporta dinero público, ¿no?). Lo que no es de recibo es que películas que vendieron a bombo y platillo (véase "Manolete", rodada en 2006), estén aún pendientes de estreno, con el capital público que supuso su preproducción; y mucho menos que el esfuerzo de las jóvenes promesas caiga en saco roto.

martes, mayo 19, 2009

Eso pasó por no hacerle caso

Si es que lo tenemos bien merecido. El año pasado, con el Chiki Chiki nos quedamos a mitad de tabla, y este año, por ir de serios, nos quedamos en penúltima posición (que nos votó Andorra y Portugal por proximidad, que si no nos hundimos al farolillo rojo). ¿Cómo habríamos conseguido una mejor posición e imagen en Europa? Pues haciendo caso al gurú del pasado. El mismo nos los explica:



Por cierto, ahora que la sociedad está dividida y convulsa por la reforma de la ley del aborto y por la venta libre de la píldora postcoital, el gran gurú tiene un remedio para evitar los embarazos no deseados.



Aunque me temo que con ello evitamos todo embarazo.

La vil conducta humana

Esta tarde he asistido a una de esas escenas que te hacen reflexionar sobre la (in)justicia social y la crueldad, a veces involuntaria e inconsciente, de lo que llamamos ser humano. Conducía mi coche dirección al trabajo cuando, parado en un semáforo, un coche descapotable, algo antiguo, pero elegante, se posiciona a mi derecha. Lo conducía un señor de avanzada edad, que portaba una visera, y que aparentaba no tener problemas de solvencia en estos momentos difíciles que atraviesa nuestra economía. En ese momento veo que un mendigo, ataviado con una muleta, cojeando, se acerca hacia la cola de coches en busca de una preciada moneda. Cuando llega al coche de lujo, su conductor, sin mirarle a la cara, se limita a subir la ventanilla, acto que aún no acabo de comprender, ya que si pretendía evitar un ataque del mendigo de poco le servía subir una ventanilla en un descapotable.

¿Qué miedo tenía este hombre? ¿Era miedo a una reacción inesperada del mendigo o simple desprecio? Es una imagen que, no sé por qué, me ha calado hondo y me ha provocado tristeza por el carácter egoista del ser humano.

El mendigo, consciente del rechazo del conductor del vehículo de lujo, se ha girado resignado hacia mi. Le he mirado a la cara y, con cara de desolación, le he dicho: "No, lo siento".

viernes, mayo 01, 2009

Día del trabajo

1 de mayo. Día del Trabajo. Los sindicatos salen a la calle enarbolando sus banderas, pitando y gritando consignas de reivindación laboral. Seguramente la asistencia este año sea más nutrida dada la grave situación económica, la dichosa crisis, y el descontento popular ante la política económica del Gobierno. Yo aprovecharé este simbólico día para hacer lo que más me gusta (y creo que, en general, a toda la humanidad), investigar nuevos horizontes.

Llamadme frívolo, pero ¿no hay algo más paradójico que un día del trabajo festivo?

Vuelven los zombies

No, tranquilos, no voy a empezar otra vez a dar la brasa con Resident evil, juego al que ya le he sacado bastante jugo. La razón del título de este post es que Capcom ha roto su silencio y ha confirmado Dead Rising 2. Hasta ahora sólo contábamos con un simple teaser que poco o nada adelantaba, ahora ya contamos con un trailer en condiciones donde se nos muestran secuencias ingame. Para aquellos que ya disfrutaron de su primera parte, alegraos porque volveremos a enfrentarnos a una hambrienta horda de zombies, donde deberemos interactuar con elementos del ambiente y utilizarlos como arma contra los no muertos. Cuida tu pellejo, amigo, que es lo único que te queda.

Tanto hacer sudokus tuvo su resultado

Y es que después de batir todos los récords de participación de permanencia en un concurso, el militar retirado José Manuel Lucia ha logrado una hazaña en la historia de la televisión. Y es que en el concurso Pasapalabra ha conseguido completar airoso el "rosco", esa dura y precisa prueba final donde los reflejos y el discurrir rápido son vitales. Este hecho, que pocos son capaces de alcanzar, se ve agravado por la singularidad con la que el concursante afrontó la prueba. Su sangre fría y su seguridad a la hora de responder son encomiables, y lo cierto es que poco le faltó para completar la prueba sin soltar un solo "pasapalabra". Ya habría sido la bomba. A todo esto, 66 millones de pesetas en poco más de un minuto. ¿Quién dijo crisis?