martes, mayo 27, 2008

Ha muerto Sidney Pollack

De piedra me he quedado esta mañana al leer en el periódico, en edición digital (¡vivan las nuevas tecnologías!) la triste noticia de la muerte de Sidney Pollack. Bueno, perdón, ante todo presento mis más sinceras disculpas ante el acuciante retraso que ha ido acumulando este blog, tras más de dos semanas sin postear, aunque en esta ocasión tengo una buena y comprensible coartada (ya la desvelaré).

Volviendo a la noticia en sí, aunque no soy amigo de los repasos bio y filmográficos (para eso ya están los informativos y los programas especializados), sí que me gustaría hacer un breve acercamiento a la obra de Pollack. Agitador de conciencias como pocos, supo aunar la crítica político-social con el mercado hollywoodiense, consiguiendo hacerse un nombre entre los grandes de la industria cinematográfica. Es cierto que se le recuerda más como director, quizás fue su faceta más acertada, pero también cabe recordar que ejerció las labores de producción y de actor (¿quién no lo recuerda en "Maridos y mujeres", de Woody Allen, o en la obra póstuma de Stanley Kubrick, Eyes wide shut?).

Amigo de Robert Redford, máximo impulsor del Festival de Sundance, se convirtió en uno de sus actores fetiche, y se puede decir que, gracias a Pollack, Redford consiguió la fama reconocida que ahora tiene. Así, nacieron películas como "Propiedad condenada", "Los tres días del cóndor", "El jinete eléctrico" o "Las aventuras de Jeremiah Johnson". El realizador desplegó su buen hacer tanto en el western, como en los melodramas y en el cine político y thriller judical, siempre con unos mínimos de calidad exigibles, a pesar de algún que otro patinazo como el remake de la obra maestra de Billy Wilder, "Sabrina".

Sin duda, el año de Sidney Pollack fue 1985, cuando el melodrama romántico "Memorias de Africa" se alzó con dos Oscars, uno de ellos como mejor director. La película, uno de los grandes éxitos de taquilla de aquel año y que, a día de hoy, sigue enamorando a medio mundo (gracias, en gran parte, a la fabulosa música de John Barry), aunaba la genialidad interpretativa, ahí es nada, de Robert Redford y Meryl Streep. Tres años antes había conseguido transvestir a Dustin Hoffman, en la genial y acidísima Tootsie.

Desde las películas más conocidas y orientas al gran público, hasta aquellas que, por una u otra razón, pasaron desapercibidas, sin duda la aportación de Sidney Pollack al mundo del cine es más que estimable y meritoria, erigiéndose como un modelo a seguir tanto por directores como por productores, quienes apuestan cada vez más por proyectos prefabricados, productos de mero consumo rápido y faltos de cualquier trascendencia artística.

Recordemos como sincero homenaje una película de las que, a mi humilde juicio, considero de las mejores entre la enriquecedora filmografía de Pollack, "Danzad, danzad, malditos".


viernes, mayo 09, 2008

Secuencias míticas

A estas alturas del blog creo que ya es momento de hacer memoria y dar rienda suelta a nuestros sentimientos. Afortunadamente, para los que amamos el cine, éste nos sirve como vehículo transmisor de nuestras emociones, provocándonos sensaciones que quizás otros medios no consiguen ni de lejos. Así que basta ya de amontonar trailers de películas venideras y recordemos con pasión aquellas secuencias que nos han marcado a nivel personal, y que creo debe establecerse como una sección fija en este modesto blog.

Comencemos con una película a la que le tengo un gran amor y que reúne todos los elementos para considerarla una obra maestra, "Hasta que llegó su hora", de Sergio Leone. Un magnífico western desligado del cine del oeste tradicional norteamericano y más cercano al spaghetti western, pero realizado con un oficio y una sensibilidad encomiables. Magistral partitura de Ennio Morricone y unos Charles Bronson, Jason Robards y Henry Fonda (¡haciendo de villano!) en estado de gracia.

La secuencia que vemos abre la película, todo un prodigio de montaje con duelo final incluido al más puro estilo spaghetti. Esta película contiene otra secuencia maravillosa, que corresponde con la llegada de Jill McBain (Claudia Cardinale) al pueblo de Sweetwater, que si encuentro colgaré para disfrute de todos.


Minipelículas

He de confesar que no soy un amante de la publicidad. De hecho, soy de aquellas personas que zappean durante esos espacios ignorando el arduo trabajo que hay tras un spot que apenas dura veinte segundos y, paradójicamente, ha sido objeto de estudio previamente por una multitud de cabezas pensantes durante largo tiempo. Por lo tanto, y utilizando el vocabulario propio de la publicidad y el marketing, no soy el target adecuado. Pero resulta que, en contadas ocasiones, uno se siente atraido por estas pequeñas películas que contienen un mensaje consumista en su interior. Obviamente lo que menos me importa del anuncio es el producto en cuestión que me tratan de vender, pero sí que ha logrado quedar, por su talento visual, en mi recuerdo, esas breves imágenes. Es el caso del nuevo anuncio de Nike, una de las multinacionales más criticadas por su presunta explotación infantil (aquí es donde entra en juego la doble moral, la de tolerar el trabajo infantil, con jornadas inhumanas, con el fin de apaciguar la inanición en países subdesarrollados o la de prohibirlo y asistir como meros testigos al aumento de la mortalidad infantil, difícil cuestión ésta). Pero polémicas aparte que darían para un análisis concienzudo, veamos el anuncio al que me refería, que creo capta la esencia de, en este caso, un partido de fútbol, aunque podría ser perfectamente extrapolable a baloncesto, balonmano o cualquier otro deporte de equipo en general. Espíritu de superación con caras conocidas es lo que fomenta este anuncio, con una técnica cinematográfica excelente. No toda la publicidad se acaba en vender detergentes y coches.


sábado, mayo 03, 2008

Vuelve "Il maestro"

Ya es oficial. Tras el magistral concierto que Ennio Morricone nos brindó el año pasado en Lorca (Murcia), el maestro romano volverá este año a España. Con ocasión de la Expo en Zaragoza, Morricone se acercará a la capital aragonesa el próximo domingo 15 de junio (Pabellón Príncipe Felipe), no sin antes haber actuado previamente, el día 14 de junio, en Madrid (Auditorio Parque Juan Carlos I). Es una extraordinaria ocasión para poder ver y, sobre todo, escuchar la gloriosa música que surgió de la mente privilegiada de un excepcional artista que, a sus casi 80 años, sigue componiendo.

Il maestro dirigirá la Orquesta Roma Sinfonietta y el coro será nada más y nada menos que el Orfeón Donostiarra Aún no hay información sobre venta de entradas, ni sus precios, pero ya se ha filtrado el programa, que incluirá temas de "La muerte tenía un precio", "El bueno, el feo y el malo", "Agáchate, maldito", "La misión", "La clase obrera va al Paraíso", "Novecento", "Los intocables de Elliot Ness", "El clan de los sicilianos", "El pájaro de las plumas de cristal", "El gato de las nueve colas", "Cinema Paradiso", y "La leyenda del pianista en el océano".

El programa, desde luego, no tiene desperdicio, aunque echo a faltar la suite de "Erase una vez en América", que a buen seguro el respetable reclamará en un bis. Desgraciadamente este año no podré ir a ninguno de estos dos conciertos, pero a buen seguro el genial compositor italiano volverá a demostrar por qué ha llegado a lo más alto y por qué es considerado uno de los cinco mejores compositores de bandas sonoras.



Ennio Morricone : La leyenda del pianista en el océano