Nunca pensé que diría esto, y es que para una persona como yo, amante de los juegos de acción directa, que me proporcionan un subidón inminente de adrenalina, los juegos de estrategia son una modalidad que nunca me ha atraido. ¡Ojo!, que nadie me juzgue mal. He pasado por la tediosa fase de ponerme ante un PC y probar las mieles de la estrategia, con juegos como Age of Empires o Starcraft, y lo siento, pero me aburren. No dispongo de tiempo ni paciencia para andar construyendo barricadas, bases militares, organizando tropas, etcétera, para después ver cómo se enfrentan de forma automática. Lo siento, pero el rol y la estrategia no van conmigo.
Pero la cosa varió de rumbo el día que oí hablar de Halo Wars, un juego adaptado específicamente para consola que tomaba cosas de aquí y de allá del género, pero que lo simplificaba para novatos y escépticos. Así que me decidí a descargar la demo, y mira por dónde, me enganchó. Tampoco exageremos, no compraré el juego, pero me sentí extraño ante su magnetismo y su capacidad de atracción.
La operativa es similar a los estándares clásicos, es decir, construir previamente una base militar, con sus respectivos departamentos, potenciarla, y crear ejércitos de tierra, para hacerlos avanzar y derrotar al bando contrario. ¿Aburrido? Hasta ahora sí me lo parecía, pero la simplicidad y la sencillez del título hizo que pasara más de una hora (en una demo) pegado a la silla. Lo dice un amante de los juegos del palo Gears of War, Resident Evil 5 o Lost planet. ¿Estarán cambiando los tiempos? ¿Me estaré haciendo mayor? Consultaré al Jefe Maestro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario