Internet es una joya tecnológica, pero tiene sus inconvenientes, y uno de ellos es éste, que su precisión cronológica a la hora de actualizarse provoca que mientras estás enviando un e-mail o navegando tranquilamente por ociosas webs, de repente te encuentres con noticias de este calado, triste calado. El genial compositor Maurice Jarre nos dejó el pasado sábado a la edad de 84 años. No voy a entrar en su biografía, para eso ya están los rotativos y los diarios digitales. Yo sólo aprovecharé la magia de Internet para ofrecer lo que mejor hacía Jarre, componer. ¿Quién no reconoce esta música?
Hasta siempre, maestro
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