Si hace poco revisábamos la genialidad de Charles Chaplin, resultaría un pecado no recordar a otro monumental cómico, posiblemente el más verborreico y alocado, Groucho Marx, que junto con sus hermanos Chico, Harpo y Zeppo creaban todo tipo de situaciones hilarantes y enredos que provocaban sonoras carcajadas en los espectadores. El domingo se cumplieron 30 años de su fallecimiento y, a modo de sentido homenaje, es de recibo recordar alguna de sus divertidas escenas. Se trata de la secuencia de la lectura del contrato, protagonizada por Groucho y Chico, una sucesión de golpes cómicos a cada cual más absurdo y surrealista. Extraída de su obra maestra, "Una noche en la ópera", de Sam Wood. Disfrútenla (a pesar de su evidente desfase entre audio y video), y si tienen la ocasión de leer algunos de sus libros (Groucho y yo, Memorias de un amante sarnoso, Las cartas de Groucho) no la dejen escapar, no lo lamentarán.
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