lunes, agosto 20, 2007

Jack Thompson se vuelve a soltar



Hay gente que se presta a cualquier cosa con tal de adquirir notoriedad, y ese es el caso, ni más ni menos, que del abogado estadounidense Jack Thompson, que se ha erigido como el portador de la bandera puritana en aras de la salvaguardia de la moralidad. Y para ello ha puesto el punto de mira sobre los videojuegos, logrando gracias a sus incendiarias declaraciones y a su populismo rancio, entre otros factores, que juegos como Manhunt 2 o GTA IV se viesen retrasados en su fecha de lanzamiento (de hecho, el primero de ellos se especula con su prohibición de acceso al mercado). No contento con esto, ha avisado a Take 2, compañía que desarrolla el juego Bioshock, y que tiene aspecto de ser una verdadera obra maestra y un hito en la historia de los videojuegos, que el contenido del susodicho juego es excesivamente adulto, cargando las tintas sobre él. No niego que lo tenga, efectivamente es un juego no recomendado para niños, pero de ahí a pasar por la traba censora y la amenaza de la prohibición va un abismo. Resulta cuanto menos curioso lo fácil que resulta tratar de concienciar al pueblo en plan predicador de tres al cuarto sobre lo nocivo de la violencia y el sexo en los videojuegos en un país en el que se fomenta el uso privado de armas (alentado por el otrora gran actor Charlton Heston, ahora completamente ido), y se producen más de diez mil muertes al año por armas de fuego. Alguien debería plantearse si verdaderamente la culpa es de los videojuegos, tengo la ligera sospecha que no.

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