Tras haber visto ya Planet terror, de la que podéis ver el trailer unos artículos más abajo, y habérmelo pasado en grande (sí, amigos, se puede amar el cine de Bergman y Tarkovsky y disfrutar viendo una buena sesión de desmembramientos varios y zombies putrefactos), ya se anuncia la segunda parte del proyecto Grindhouse, denominada Death proof. En esta ocasión Quentin Tarantino se pone tras la cámara para rodar un film que recuerda en mucho al clásico de culto "Carretera al infierno" (del que ya se ha rodado un remake, y que se estrenará el 24 de agosto). Hay que dejar claro que ésta nada tiene que ver con Planet terror, teniendo ambas como nexo el homenaje a la serie B más rancia, cutre y casposa que se pueda imaginar. Creo que lo fácil es criticar abiertamente este tipo de películas, y dárselas de sesuso cinéfilo, pero en verdad considero que, dentro de los márgenes que deja el film, éste transmite libertad creativa, mucho cachondeo y seriedad al mismo tiempo y, sobre todo, entretenimiento y desprejuicio. Robert Rodriguez no va de cineasta vanguardista, sino que expone claramente sus principios, y su homenaje al cine casposo de los 70 me parece un acierto, siendo consciente de los grandes defectos de su obra, y que le otorgan más si cabe un aire frívolo y atractivo. Un tanto a favor de Rodriguez, veremos si la obra se redondea con Death proof. No sé por qué me da a mí que ésta no va ser el Tarantino que tanto me encandiló con Reservoir dogs, Pulp fiction o Kill Bill vol. 2.
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