Pues como las nuevas ideas escasean en Hollywood y se cotizan a alto precio, era de esperar que el asesino a sueldo más misterioso y enigmático de los videojuegos, Hitman, tuviese su adaptación en el cine. El juego, creado por Eidos Interactive, y que ha tenido diversas entregas tanto en PS2 como en Xbox, recrea las diversas misiones que se le encargan a un sicario, quien dispone de un arsenal infinito de armas y de un sigilo digno del mejor espía. En su conversión cinematográfica, no es otro que Timothy Olyphant, a quien en breve veremos como villano en La jungla 4.0, quien encarna a este despiadado matón (aunque previamente se habían barajado nombres como el de Jason Statham, el de Transporter). Hay que decir que afortunadamente no dirige Uwe Boll, el perpretador de basuras como House of the dead, Alone in the dark o Blood Rayne, un fanático de los videojuegos que se empeña en hacer pésimas películas tomando como excusa el vertiginoso ritmo de este género, sino Xavier Gens, quien proviene de la TV y ha sido ayudante de dirección en segunda unidad en algunos filmes merecidamente olvidables. Macarrada al canto la que nos espera para estas Navidades. Espero que no se nos atragante el pavo.
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