Se acaba la campaña de la Renta. Sí, esa época de incertidumbre en la que deseamos con toda nuestra alma que nuestra declaración salga a devolver, aunque sea sólo una cifra que no alcance los tres dígitos. Pero detrás de los miedos, lógicos por otro lado, de los ciudadanos están las labores de concienciación social, aquellas que tratan de ayudar a personas con necesidades reales o simplemente lavar conciencias. Así, se inicia una batalla campal a dos bandas en busca del bolsillo del sufrido contribuyente que trata de financiar proyectos de ayuda social.
En una banda, tenemos un clásico, la Iglesia Católica, que lejos de ser, como en tiempos pasados, la única que ostentaba el privilegio de obtener ayudas provenientes de la recaudación fiscal, ha de publicitarse y promocionarse a la caza y captura del euro dubitativo.
En el otro lado, con las expectativas puestas en los contribuyentes más jóvenes, se encuentran las ONG's (o fines sociales). Curioso nombre éste, ya que, según se anuncia la Iglesia, su aportación también debería ir destinada a fines sociales, ¿no? Este año se cuenta con el apoyo de nombres del mundo televisivo que apoyan esta opción.
En definitiva, pueden Vds. dejarse llevar por sus creencias religiosas y optar por la Iglesia, o bien confiar más en entidades ajenas a lo sacro y marcar la opción "fines sociales", o incluso ambas, pues son compatibles. Marquen lo que quieran, pero por favor, marquen.
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