jueves, julio 19, 2007

El pádel, ese lógico devenir vital


Hace unos años, y por influencia del ascenso al poder del ahora ido (en todos los sentidos) José María Aznar, surgió la moda del pádel, un deporte a medio camino entre el tenis y el frontón (con algunos ligeros toques de tenis playa, todo hay que decirlo), que practicaban muy a menudo el susodicho junto con su compañero Zaplana. Ello conllevó la construcción en urbanizaciones de nueva planta de estas peculiares pistas, que para los ciudadanos medios nos parecían un capricho reservado para los finolis de la alta sociedad. Pues bien, una vez experimentado este deporte, he de rendirme ante él y desmentir todos esos rumores y leyendas que pululan vox populi. Aunque es una versión reducida del tenis, no por ello le falta garra y vitalidad, aunque obviamente todo depende del empeño físico de los jugadores. Es un deporte donde prima el juego en equipo (se juega por parejas), y la estrategia, tanto de colocación como de precisión en los golpeos. Por otro lado, el juego es muy vivo y veloz, haciendo que se desarrolle con total agilidad y celeridad, no dando opción alguna al aburrimiento. Sin duda, estoy enganchado a este deporte, y quienes renegaban de él y lo han probado, han repetido y se han quedado con ganas de más. Eso sí, la pala de marca, el polito fashion y los pantalones ajustados a lo Boris Becker son complementos no obligatorios para la práctica del pádel, respondiendo esto únicamente de acuerdo con el nivel de frikismo (o pijismo debería decir) de cada cual. ¿Un partidito?

1 comentario:

  1. Que gran deporte, yo lo he descubierto hace relativamente poco (no llega a una semana) y me gusto por la intensidad del mismo, el alto ritmo de juego y la viveza de los peloteos. xD
    Compañero ¿cómo no has puesto la foto de la pista mítica, y pones una de Toledo?
    Consolas, cine, padel...nos falta la hora chanante y el depor y completamos un perfil cojonudo.

    Saludos

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