¿Quién no ha cantado ese mítico estribillo del "torito guapo"? Y es que no hay que avergonzarse por haberse rendido a esa pegadiza tonada en alguna ocasión, haya o no mediado alcohol de por medio. Hoy será un día para recordar por la muerte de "El Fary" a quien, si hay que reconocerle algo, es desde luego su popularidad y su capacidad para caer bien a todo el mundo, incluso a aquellos que desprecian la copla y la rumba catalana. Y es que El Fary fue una figura popular, amable, bonachón y que nunca tenía una mala palabra para nadie. Siempre se mantuvo alejado de las fauces de la prensa del corazón, aunque le persiguió allá por los 70 la fama de haberse acostado con Ava Gardner, en aquel mítico artículo donde leía un libro en la piscina de su casa, en paños menores. Fue objeto de bromas, todas ellas desde el cariño, relativas a su físico quizás no demasiado agraciado (¿cuántas veces se habrá dicho lo del limón?), lo que confirma más aún el alcance que tuvo entre el pueblo español. Y por si fuera poco, Santiago Segura le rindió un sentido homenaje con su personaje de Torrente, trilogía infumable donde las haya, pero nada le molestaba a José Luis Cantero Rada, es más, Segura consiguió un "amiguete" más gracias a su subproducto cinematográfico. Lo dicho, el cielo está ahora de fiesta, entonando el "torito" mientras que nuestro querido Fary sonríe de oreja a oreja, como siempre hizo en vida.
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