No estamos ante la primera , y muy probablemente tampoco la última, vez que la promoción y los adelantos de los largometrajes en forma de trailers provocan una concepción y unas expectativas muy desorientadas y totalmente desvirtuadas del acabado producto final. "El americano" ha sido un claro ejemplo de una manipulación en forma de montaje que ha acarreado que muchos espectadores, tras el visionado de la película, se hayan sentido altamente defraudados. Y es que hay que dejarlo claro, "El americano" no responde a los convencionalismos del thriller norteamericano, más versado en aspectos rítmicos y de acción que de perfilado psicológico y profundización introspectiva de personajes, lo que ha generado cierta sensación de desazón e incluso repulsa a un film notable, de buenas hechuras fílmicas, pero carente de personalidad propia y capacidad independiente de progresión narrativa.
Clooney siempre se ha caracterizado por simultanear en su vida profesional de forma muy inteligente su faceta de galán hollywoodiense con un meticuloso sentido de la selección de sus papeles, a veces incluso arriesgado. "El americano" supone un reto más en su dilatada carrera, cargando con el peso de la película y acaparando toda la responsabilidad, hazaña de la que sale airoso, interpretando un personaje solitario, gélido en su interior, pero profundamente dolido y deseoso de afecto humano (femenino). Su realizador, Anton Corbijn, se aleja de los esquemas del cine norteamericano y destila un inspirado estilo europeísta a la mayor gloria de Robert Bresson, adoptando una cadencia rítmica pausada, reposada, de la que resulta una película contemplativa, distanciada y muy cuidada en aspectos formales, encarando cada plano como una diapositiva pictórica para deguste del espectador. Sin duda éste es el mayor acierto del film, amen de la introducción de bellas metáforas, como la de la mariposa que personifica al protagonista, y que engrandece la labor del director como creador. No puede decirse lo mismo de su guión, piedra angular de todo film, y que en este caso evidencia sus carencias, su flagrante vacío expositivo, y lo que es peor, sus notorios signos de incapacidad de progresión y desarrollo, que la convierten en una película con acusados síntomas de hieratismo funcional crítico y nula capacidad magnética y empática con el espectador, aunque de ello, afortunadamente, no se derive el tedio.
El resultado es un trabajo magistralmente realizado a nivel técnico, pero carente de una propuesta sólida y de suficiente atractivo para el espectador medio, y que, combinado con sus defectos en el desarrollo fílmico, hacen de "El americano" un producto elegante, distinguido, muy alejado de los convencionalismos del thriller made in USA, pero que requiere de una mayor profusión y dedicación en su aspecto puramente literario y narrativo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario