martes, noviembre 20, 2007

Disfrutando del buen cine : Michael Clayton



Qué gusto y bienestar genera en nosotros cuando tienes la suerte de asistir a algo que verdaderamente te ha llenado y te reconforta. Esta experiencia la pude vivir ayer tras ver Michael Clayton, debut en la dirección de Tony Gilroy, guionista de la trilogía Bourne, "Pactar con el diablo" o Syriana, entre otras. Vaya por delante que por deformación profesional soy un fanático de las películas de abogados, en las que no sólo se hurde una trama judicial, sino que otros submundos, como la mafia, las relaciones con las grandes empresas, los "pactos" extraoficiales y demás artimañas, se abren ante nuestros ojos. En Michael Clayton nos adentramos en las particulares artes de una gran multinacional cuya reputación queda en entredicho ante un trágico suceso provocado por ésta, y que es destapado, en gran parte, por el abogado encargado de su defensa. Gilroy nos adentra en esos enormes bufetes de abogados, que manejan minutas millonarias y cuyo trabajo se remunera según las horas de trabajo contratadas (el tiempo cuesta dinero, dicen), y la posibilidad de que dentro de este gremio aún subsista la honestidad y la honradez. Con un plantel actoral insuperable - recordemos, George Clooney, Tom Wilkinson, Sydney Pollack y Tilda Swinton - Michael Clayton nos evoca el cine puramente hitchcockiano con pasajes de "Veredicto final", de Lumet, a través de una sobria y precisa dirección. La narración puede parecer un indescifrable rompecabezas en la primera media hora, pero poco a poco se va asentando y el espectador va atando cabos, hasta retomar la magistral secuencia que abre el film, impregnada de un gran sentido metafórico. Es cine de abogados pero sin juicios ni tribunal de jurado, es un acercamiento a cómo el dinero puede pudrir al ser humano, y cuanto más se acumula, mayores pueden ser los perjuicios. Una pequeña joya que se cuela en la cartelera y que no debe dejarse pasar.

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