jueves, marzo 17, 2005

Cine español : ¿declive?

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Bueno, tocamos ahora un tema un tanto espinoso y casi tabú, pero... ¿cual es la finalidad de un blog si no la de expresar libremente opiniones, sean o no políticamente correctas? Me refiero a la escasa calidad del cine español. Bueno, me equivoco, me refiero a la escasa calidad (por no decir nula) del nuevo y joven cine español. Desgraciadamente hemos tenido que lidiar, gracias al famoso fenómeno del destape que hizo eclosión en el postfranquismo y en la transición española, con el comentario ya excesivamente extendido de "el cine español es sólo sexogratuito y palabrotas" (algo a lo que posteriormente se añadió los travestismos, fruto de los primeros experimentos cinematográficos de Pedro Almodóvar). Lo más triste de esta frase es que quienes afirmaban esto no eran asiduos espectadores de cine español, ni siquiera se dignaban a visionar íntegramente un film de nuestro país, limitándose a engullir productos de usar y tirar de procedencia norteamericana y a basar sus pobres argumentos en tópicos de lo más kitsch. Con el tiempo hemos ido superando este escollo, pero me quejo, y efusivamente, de que, ante los graves problemas de financiación que ha de sufrir un joven director con espíritu renovador e inquieto, las sumas de dinero sean finalmente entregadas para películas de dudosa esencia cinematográfica y verdaderos portadores de la estupidez y la fantochada más absoluta. Me refiero a esperpentos como Isi/Disi, Días de fútbol, Una de zombies, Mucha sangre, Torrente (de la que ya se está rodando una tercera parte), El penalti más largo del mundo, El año de la garrapata, y un largo etcétera (por no hablar del nuevo circo volante montado al amparo de la mafia televisiva, con resultados esperpénticos como Plauto o F.B.I., Friquis buscan incordiar). Es realmente lamentable que sólo las grandes apuestas, ya veteranas, del cine español (véase Almodóvar, Saura, Bollaín, Trueba), sean quienes aporten las dosis necesarias de calidad a nuestro cine y que hace que no seamos vistos en el extranjero como auténticos y merecidos subdesarrollados culturales. Lógicamente entiendo a los productores, quienes se ven mucho más recompensados, económicamente, obviamente, por productos como Isi/Disi que por En la ciudad, pero señores, no todo es dinero, queda para la posteridad el hecho de alzarse con el título de ser un productor que apuesta por los títulos de calidad tanto cinematográfica como artística. Como ejemplo de las dos caras de la moneda tenemos, por un lado, a Elías Querejeta, siempre arriesgado y comprometido con el buen cine, con contenido social, sin cuya aportación Montxo Armendáriz, Fernando León o Gracia Querejeta aún no habrían estrenado película. Por el otro lado tenemos a Andres Vicente Gómez, capaz de financiar joyas como La niña de tus ojos, y últimamente emperrado en apoyar bodrios de la talla de la mencionada Isi/Disi. En fin, es de entender que para gustos los colores, pero últimamente o bien estoy empezando a sufrir daltonismo, o bien esos colores se están difuminando.

3 comentarios:

  1. Bueno, yo no soy tan pesimista y creo que el porcentaje de directores que valen la pena por los que no la valen es el mismo en todos los paises. Y si no solo hay que mirar a los EUA. Por cada spike jonze hay tres michael bay y por cada paul thomas anderson hay 4 ronald emmerich. No exageremos.

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  2. Totalmente de acuerdo, ya comenté sobre el tema en mi foro. Y otra cosa triste es que las excepciones como "Te doy mis ojos", o "Mi vida sin mí", por citar dos ejemplos, aunque por guión, intenciones, interpretaciones y resultados están muy por encima de la media; formalmente y a nivel de dirección tienen una pobreza visual de telefilme de sobremesa. Hay buenos guionistas aún y mejores actores. Pero los directores todavía están empezando a aprender las formas (lo cual es esperanzador también).

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  3. Estoy de acuerdo con el primer post, y de forma análoga, creo que en el cine español la proporción de películas chorras (torrente y compañía...) respecto de las respetables es mínima si la comparamos con el cine americano.

    Me considero afortunado por el hecho de que coexistan Almodóvar, Amenávar y Fernando León en mi tiempo.

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