86 años y aquejada de Parkinson. Así es como desgraciadamente ha acabado la vida de la que fuera un mito durante los años dorados de Hollywood. Aunque de formación quizás excesivamente puritana (hay que recordar que se apartó del cine en los años 60, dado que consideraba que el cine se estaba convirtiendo en un vehículo para el sexo y la violencia), Kerr sabía personificar la elegancia y el estilo, protagonizando en la gran pantalla romances de los que crean escuela. La pudimos ver en "El rey yo", "Tú y yo", "Té y simpatía", "Julio Cesar" y hasta en casi cincuenta películas, pero si por algo va a ser recordada es por la mítica escena del bexo junto a Burt Lancaster tumbados en la orilla de una playa, en la película de Fred Zinemann "De aquí a la eternidad". Obviamente, esta escena fue censurada en España por el régimen franquista, que no veía con buenos ojos el amor entre dos personas que no habían pasado por el altar.
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