miércoles, octubre 31, 2007
Sólo para frikis
martes, octubre 30, 2007
La exageración no es buena consejera
No comparto en absoluto la opinión vertida por multitud de la crítica especializada respecto a la última película de Woody Allen, "El sueño de Cassandra", que la han tildado de mediocre y la han relegado al mayor de los olvidos. Tras haberla vista con la precaución debida por esos textos precedentes que me habían puesto sobreaviso, sí que es cierto que estamos a años luz de las genialidades del Allen de los 70 y parte de los 80, pero no me uno a esa corriente un tanto naif de tirar por tierra todo el cine contemporáneo del genio neoyorquino. "El sueño de Cassandra" se plantea como una película seria, muy seria, que debate, de nuevo, sobre los miedos innatos del ser humano, los códigos éticos entre los miembros de la familia, el enamoramiento repentino, los remordimientos y el sentimiento de culpa. Todos los personajes ansían, aspiran a algo, todos tienen su "sueño" particular, que, al fin y a la postre, se convierte en pesadilla. Un sueño que les conducirá, irremediablemente, a un trágico destino, aquel que supone un fiel reflejo de la realidad y la sociedad actual. Es cierto que la película no tiene secuencias magistrales, de extraordinaria composición y desarrollo (lo que no quiere decir que la técnica esté descuidada, ni mucho menos), aquellas que destacaría toda la crítica, ya que Allen pretende hacer avanzar la historia a través de cortas secuencias, sin otorgar textos excesivamente largos o protagonistas a sus personajes (tampoco era necesario, porque ahí se podrían ver las evidentes carencias de Colin Farrell, mientras que McGregor está a la altura de las circunstancias y Wilkinson pone la lección interpretativa). Sin duda alguna, ésta no será recordada dentro de la filmografía de Woody Allen como una película a reivindicar, pero sí considero su valía y su merecimiento a un segundo visionado, pues, a pesar de su aparente simpleza, "El sueño de Cassandra" incluye un mensaje desasosegante que, independientemente de su credibilidad o no, invita a la reflexión.
"No hemos cumplido las expectativas"
miércoles, octubre 24, 2007
El peor día de mi vida
martes, octubre 23, 2007
¿A que se lo digo a mi primo?
Queda claro con esto que Rajoy no separa para reciclar (¿separar? - dirá - eso es de rojos nacionalistas). Creo que con este tipo de sentencias es evidente que la política medioambiental no es una de las prioridades de la oposición que aspira a gobernar. Mal vamos si un partido político no sólo no se sensibiliza con este tipo de cuestiones, sino que hace caso omiso a lo advertido por Al Gore (recordemos, legítimo presidente de los EE.UU.) y por expertos de Naciones Unidas. Probablemente a Rajoy le haya gustado eso del protagonismo en los videos ¿Tendremos otra perla de Rajoy en menos de siete días? Hagan sus apuestas.
viernes, octubre 19, 2007
Fallece Deborah Kerr
No nos quedan uñas
jueves, octubre 18, 2007
Real como la vida misma
La música del futuro
sábado, octubre 13, 2007
De ratones y de hombres, solidario
1. La última sesión
2. La linterna mágica
3. Spaulding's blog
4. La sesión golfa
5. Reservoir blog
6. Antiegos
7. El ascensor de cristal
He de reconocer que he conocido estos blogs gracias a esta cadena solidaria, así que no he dudado en votarlos porque me han hecho recapacitar sobre el altruismo de muchas personas que explotan su lado más crítico y a la vez artístico de aquello que realmente les apasiona y, por otro lado, la humildad de mi blog, mucho peor técnicamente y de contenidos que los arriba expuestos. Eso me animará a seguir y mejorar. Ganas no faltan.
jueves, octubre 11, 2007
Españoles...
lunes, octubre 08, 2007
Estupidez a golpe de video
viernes, octubre 05, 2007
Los videos, ese arma de destrucción masiva
jueves, octubre 04, 2007
El video del ridículo
Luto en el Periodismo
miércoles, octubre 03, 2007
Bono se sube por las paredes
Al final la regalarán con las galletas
martes, octubre 02, 2007
Foster pierde la cabeza
Ayer asistí a otro de esos programas doble a los que me suelo someter casi con carácter semanal, y empecé con una película en la que a priori tenía bastantes expectativas. Se trataba de "La extraña que hay en tí", el nuevo film de Neil Jordan, director irlandés casi siempre comprometido con una filmografía más que digna ("Juego de lágrimas", "The butcher boy", "Michael Collins", "Entrevista con el vampiro", "El buen ladrón" o "Desayuno en Plutón"). Y efectivamente, en el aspecto tecnico-artístico no se le puede poner ningún pero a la película, sombría fotografía, buen sentido del ritmo, aunque con bajones, solventes interpretaciones de Jodie Foster y Terrence Howard, de modo que la factura resulta tal y como uno exige a este tipo de producciones. El problema estriba cuando estudiamos el fondo fílmico, el mensaje que trata de trasladarnos oculto en un guión algo caótico. Por muchos momentos "La extraña que hay que tí" evoca la película de Martin Scorsese Taxi driver, en la que Foster aparecía como una inocente niña, emulando casi situación tras situación el guión escrito por Paul Schrader. Así, la inconformidad de la protagonista con el sistema legal, policial, con el exceso burocrático, con la impunidad criminal, le empujan a un estado enfermizo arrastrada por la ira y la venganza que tendrá fatales consecuencias. La dicotomía en la que se convierte la película es lo que confunde al espectador, ya que sus bandazos narrativos culminan en una secuencia final que revienta el personaje de Howard y que pueden incluso enfurecer a los espectadores más sensibles. Lo que pudo ser una estupenda crítica a la violencia callejera en EE.UU., a la facilidad de acceso a las armas y la ineficacia del sistema policial se convierte en una defensión, casi a ultranza, de la autotutela, del desahogo irracional y de los repulsivos mandamientos de Charlton (Moisés) Heston.