A falta de ver la película, y es que, ¡qué pereza me dan los Srs. Dan Brown y Ron Howard juntos!, no puedo negar que estoy disfrutando de la banda sonora de Angeles y demonios. Hans Zimmer vuelve a demostrar el grandísimo compositor que es y se marca una partitura plagada de coros apocalípticos, enigmáticos pasajes pausados contrastados con otros plagados de una percusión inquietante y un bellísimo tema principal que se queda grabado en la mente. Por si fuera poco, en la ejecución está nada más y nada menos que Joshua Bell, uno de los cinco mejores violinistas del mundo.
Quizás la música tenga una escucha independiente algo tosca y su virtud mayor sea la ilustración de las imágenes, pero el score contiene dos temas, a saber, "Science and religion" y este "503" que son para quitarse el sombrero. Alégrense los oidos.
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