
Bertyno parte de un dato escalofriante para plantear su historia, y es que sólo en Estados Unidos se producen 1,4 millones de muertes violentas al año, datos que, obviamente, invitan a la reflexión. A partir de aquí, todos sabemos lo que va a ocurrir, nuestros protagonistas cinematográficos no van a ser una excepción. El director, a quien se le evidencia una devoción por el cine de terror setentero, plantea, mediante una efectiva factura y un ritmo pausado e inquietante, una agónica tortura a dos personas que no encuentran la justificación a su brutal castigo. Es aquí donde radican las mayores virtudes del film, expresadas en la forma de narrar, en la atmósfera lúgubre y malsana, en el dominio del fuera de campo, en la sensación de acecho constante, que transmite al espectador los mismos miedos y el mismo malestar de los protagonistas. Punto a favor de Bertyno, a pesar de que quizás recurra en demasía, de una forma un tanto exagerada, al fácil recurso del susto y a la brusquedad acústica.
En el lado menos positivo, apuntar la falta de originalidad del film (de hecho guarda bastante parecido con la reciente "Habitación sin salida"), y no sólo por el hecho de carecer de una personalidad propia en el sentido de contar una historia nueva, sino en el exceso de lugares y situaciones comunes que nos encontramos, lo que la convierte en una película limitada, de corto alcance y muy predecible. Por otro lado, la historia personal de los protagonistas, aunque no cope gran parte del metraje, no aporta absolutamente nada a la totalidad de la obra, de modo que su supresión no habría afectado a la estructura narrativa de la película. Y siempre me quedará la duda de si el dichoso plano final, gratuito y desacertado, fue una imposición de la productora para considerar la idea de una secuela o fue concebido así desde un principio.
"Los extraños" bebe descaradamente del cine de los 70, y su director no disimula su pasión por esta década. Pero a pesar de conseguir transmitir en algunos pasajes sensación de congoja, gracias a su acertada visión del terror a lo desconocido y la misteriosa caracterización de los verdugos, la cinematografía precedente le pesa como una losa a una película que, si bien está dotada de buen hacer técnico y narrativo, evita ir más allá de lo puramente convencional, quedándose en el cómodo estatus del "uno del montón".
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