Había gran expectación para saber cómo remontaría el vuelo el director de origen indio M. Night Shyamalan tras el descalabro, a nivel de crítica y público, que supuso su anterior film, "La joven del agua". Mucho se había hablado y escrito sobre el posible comienzo de un vertiginoso declive de un talento emergente en el cine contemporáneo, y especialmente, en el género del terror y la ciencia ficción. No es que esté completamente de acuerdo con tales argumentos, que a mi parecer son ciertamente exagerados, pero sí debo afirmar que el cine de Shyamalan no resulta tan rompedor y tan innovador como lo fuera en su día con películas que, podrán tener el aplauso o no de la crítica, pero que rompieron moldes por su atrevimiento formal y su arriesgado discurso disfrazado de terror. Así, el responsable de "El sexto sentido", la olvidada "Los primeros amigos", "El protegido", "Señales" y la que, en mi humilde opinión considero la mejor de toda su filmografía, "El bosque", propone otro enigma al espectador.
No soy partidario de incluir sinopsis en mis comentarios críticos, pero, y a modo de excepción, sólo diré que Mark Wahlberg, protagonista del film, es un profesor norteamericano de Ciencias que asiste con sorpresa cómo la población, de forma repentina y sin explicación aparente alguna, se suicida. Ante la rápida expansión de esta extraña epidemia, decide huir y ponerse a salvo en compañía de su familia más cercana, su mujer, su hermano y su sobrina.
"El incidente" no es una mala película, de hecho es una película digna y correcta. Pero quizás a Shyamalan se le han acabado las ideas, y apuesta sobre seguro. Así, la película no es más que un collage de sus películas precedentes brillante formalmente, pero carente de coherencia y de progresividad por momentos. Así, asistimos a secuencias evocadoras de "Señales" (ese video casero gore), de "El sexto sentido" (la amenazante presencia de la Sra. Jones y los hombres colgados de los árboles), "El bosque" (las reuniones, con sus discrepancias internas, de los fugitivos o el romántico encuentro final entre la pareja protagonista), etc. Todo ello proporciona eficiencia en cuanto a resultado, pues la película no decae por su fuerza rítmica, pero es incapaz de causar sorpresa o un mayor interés si se conoce la trayectoria fílmica del director.
El realizador prescinde de una larga introducción para situar al espectador en plena acción a los pocos minutos de comenzar el metraje a rodar, lo que le proporciona mucho brio y ritmo, de modo que éste se siente perdido, como los personajes, y a la vez desconcertado e inquieto. Hasta ahí Shyamalan maneja con estilo (de hecho, es su especialidad) el suspense y el timing narrativo. Los errores surgen cuando el suceso principal se aparca a un lado y se trata de perfilar la crisis del matrimonio protagonista, que queda en un segundísimo plano, apenas pincelada, y que sólo frena en seco el desarrollo de la película, sin aportar nada a la evolución de los personajes. Por otro lado, el director evidencia síntomas de falta de inspiración en el tramo final de la película, excesivamente abierto y que parece que ni él mismo sabe resolver. No obstante, "El incidente" incita a la reflexión tras su visionado, a pensar sobre la capacidad destructiva de la Naturaleza, sobre el papel del hombre en el mundo, un mero pasajero que, aunque se crea egoístamente superior, no es más que un nimio elemento que usa y abusa de los recursos naturales, inconsciente de las graves consecuencias que ello puede acarrear. Es otra de las verdades incómodas que el ser humano no aprenderá hasta el día de su destrucción.
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