Diversión a 3 euros

No sé cuantos posts con contenido nostálgico he colgado últimamamente, debe ser eso que llaman el espíritu navideño que está cobrando forma por anticipado e invadiendo mi cuerpo, y lo que es peor, mi mente. Precisamente este motivo fue el que me hizo toparme con una visión que me hizo rejuvenecer, imaginariamente hablando, se entiende, veinte años (así, sin cremas antiarrugas ni nada, a pelo). Y es que, señores, la crisis nos ha metido el miedo en el cuerpo, y vaciado los bolsillos, y, con el fin de no dejar a los crios sin juguetes a el próximo día 25 de diciembre y 6 de enero alegando una excusa tan ruin como que Papá Noel y los reyes magos se han quedado sin dinero por haber invertido todo su capital en Lehman Brothers, uno anticipa sus compras un mes largo antes del evento (con la consiguiente transformación de mi casa en un depósito transitorio de trastos de plástico made in China). El caso es que en la sección de videojuegos, muy poblada por cierto, encontré unos llaveros mini lcd de Nintendo con los juegos Zelda y Donkey Kong, al pírrico precio de 3 euros. Aún recuerdo cuando envidiaba al que se ponía a mi lado en el autobús escolar y le miraba disimuladamente mientras exhibía con arrogancia su flamante doble pantalla de Donkey Kong (sí, los niños éramos my cabrones). Un aparatito que rondaba las 10.000 pesetas, un capital hace veinte años. ¡Qué recuerdos y qué capacidad de adicción tenía aquel simple juego de esquivar barriles lanzados por un simio que vete tú a saber qué intenciones tenía con la chica raptada! (¿zoofilia encubierta?). Por supuesto, mi lado friki hizo acto de presencia y el mini lcd pasó por caja, así que ya tengo nuevo llavero, ¡más cuco!

Música para jugones

Soy plenamente consciente que a más de uno se le va a escapar una traicionera lagrimilla al ver este video. Y es que aquellos que ya contamos con una cierta edad y que hemos crecido un tanto esclavizados por la tecnología (por muro masoquismo nuestro, todo hay que decirlo), a veces echamos la vista atrás y exclamamos tras un breve suspiro : ¡Qué grandes eran los juegos de los 80! Pues si estupendos eran aquellos pequeños, pero muy trabajados programas que se almacenaban en primitivas cintas de cassette o en discos con una capacidad ínfima de almacenamiento, atrás no se se quedaba su música, que se escuchaba en un cutre sonido que era la antesala de los ahora estandarizados midi.

Afortunadamente, la tecnología avanza, pero siempre es bueno recordar con cierta nostalgia los clásicos que tantas horas nos hicieron disfrutar y que hoy podemos recuperar a golpe de google, en eso que llaman abandonware, reviviendo aquellas viejas historias que nos hicieron vibrar de bien jovenzuelos. Por ahora, abrid bien las orejas y dejaos llevar por una música que os resultará familiar, por haberla escuchado incesantemente mientras tratábais de acabar con el villano de turno. Os presento a la Video Games Live Orchestra.

¡Feliz cumpleaños, maestro!

El pasado día 10 de noviembre el compositor romano Ennio Morricone cumplía 80 años. A pesar de su longevidad, Morricone no ha cesado en su afán de componer, aunque limitado a las películas de su Italia natal, al manifestar personalmente que no tenía edad ni ganas de participar en grandes producciones. No obstante, sus últimos trabajos (véase La desconocida, para el film de Giuseppe Tornatore) no bajan un ápice su calidad y riqueza compositiva, a la vez que il maestro explora otros rumbos de la composición. Y por si fuera poco, Morricone ha abierto su música a todo el público gracias a los conciertos que él mismo está dirigiendo por medio mundo, aunque los esperadísimos shows en Madrid y Zaragoza aún están pendientes de confirmación ¡Por muchos años más, maestro!

Momentos musicales : La lista de Schindler

John Williams está merecidamente considerado como uno de los mejores compositores de bandas sonoras, superándose a sí mismo con cada nuevo trabajo. Bien conocidos son sus trabajos con Steven Spielberg, y es que no se entienden los clásicos del director sin la sobresaliente música del reputado compositor. En nuestra memoria quedan clásicos como los temas de Indiana Jones, E.T., Parque Jurásico o Tiburón. Pero fue a mediados de los 90 cuando consiguió firmar una partitura inmejorable, y de muy emotiva escucha, con La lista de Schindler, donde contó nada más y nada menos que con la colaboración, en calidad de primer violín, de Itzhak Perlman, de origen judío. Pocas veces se ha conseguido una emotividad tan profunda como la que derrochan los compases de esta magistral partitura, y que ponían el broche de oro a una extraordinaria película que conseguía llegar al corazón del espectador mediante el recuerdo de tiempos infaustos y convulsos que nunca deberían haber ocurrido, y que merecen una reflexión sobre los límites de la (ir)racionalidad humana.

Mamá, tengo miedo

Llevo una semana en la que me cuesta caminar de noche por el pasillo de mi casa sin encender una sola luz. El culpable de este pánico psicológico es Dead Space, la última joya creada por Electronic Arts que consigue aunar a la perfección el survival horror con el shooter en tercera persona. El juego rememora la saga Alien donde el enfrentamiento del hombre contra lo desconocido se torna en una aventura plagada de terror, acción y muchos elementos psicológicos. Un juego que, a la chita callando, se ha erigido como el ganador, junto a Gears of war 2, del Games Convention Game Critic Award y que supone una compra obligada no sólo por su impecable aspecto técnico (doblaje incluido) sino por su jugabilidad y su capacidad de inmersión. Una obra maestra en estado puro.



Por otro lado, el próximo 20 de noviembre saldrá a la venta el videojuego Left 4 dead, desarrollado también por Electronic Arts, y que confirma el cambio radical de rumbo que ésta ha emprendido, apostando por la calidad de los títulos, y así lo ha venido demostrando con Fifa 09 (alzándose como el mejor título de fútbol de este año), y el citado Dead Space. Left 4 dead nos recordará a las películas de terror de zombies e infectados, desde las más clásicas como La noche de los muertos vivientes o Zombie flesh eaters, hasta las más recientes y modernistas como Soy leyenda o 28 semanas después. El juego es un shooter de alto contenido violento y gore que pondrá a prueba los nervios de los jugadores, manteniendo un constante halo de inquietud e incertidumbre que hará las delicias de los amantes del género. Si a esto le unimos su modo multijugador, tanto local como online, las expectativas son buenas. Habrá que ver el acabado técnico si está a la altura. De momento, la introducción cinemática sólo tiene un calificativo : Sobresaliente.