SINOPSIS: Rekall es una empresa que puede convertir los sueños en recuerdos
reales, haciendo que la frontera entre realidad y memoria se difumine.
Para Douglas Quaid (Colin Farrell) la idea de hacer un viaje mental que
le proporcione recuerdos de una vida como superespía puede ser la
solución perfecta para contrarrestar su frustrante vida. Lo malo es que
el proceso sale mal, y Quaid se convierte en un hombre perseguido por
los agentes de un estado totalitario. En su huida, se asocia con una
combatiente rebelde (Jessica Biel) con el fin de encontrar al cabecilla
de la resistencia clandestina (Bill Nighy). Mientras el destino del
mundo pende de un hilo, Quaid descubre su verdadera identidad y su
verdadero destino. Se inspira en el cuento "Podemos recordar por usted
al por mayor" de Philip K. Dick. (FILMAFFINITY)
MINICRÍTICA: Fallido reintento de revisionar un relato que se antojaba prematuro (la cinta original data de 1990) y que, salvando su espléndido y apabullante apartado técnico y visual, hace aguas por todos lados. Demasiadas licencias respecto al texto, excesivas simplificaciones y esquematizaciones, tanto a nivel de personajes como de desarrollo narrativo dan al traste con una película que, tras una aceptable primera mitad (a pesar de sus conscientes y evidentes distanciamientos con el film de Paul Verhoeven) se torna en una redundante sucesión de alocadas secuencias de acción sin gancho ni brio alguno, al más puro estilo copia y pega. Una decepción en toda regla carente de la mística que envolvía la cinta original, que patea sin remordimientos el relato de Philip K. Dick y que no posee ni la inteligencia, ni el sustrato político, ni el atractivo ni la brillante música made in Goldsmith de su precursora.
A DESTACAR: Sin lugar a dudas, la recreación de ese mundo bipolar futuro destruido y los efectos visuales.
A PULIR: Un guión tremendamente plano, abandonado en pos de un sinfín de idénticas persecuciones y tiroteos sin alma alguna.
CALIFICACIÓN: 1 (SOBRE 5)