Ayer se emprendió la segunda edición de un programa estimable (y es que aún queda algún resquicio informativo y salvable en esta infecta televisión que tenemos), "Tengo una pregunta para Vd.", y que plantea la posibilidad de formular cuestiones de interés general, directamente, sin cortapisas, a altos cargos públicos. Como no, para abrir el fuego, el encargado de someterse a ese test fue el presidente del Gobierno, que pudo sentir en sus carnes la preocupación de la ciudadanía sobre la acuciante situación económica que vivimos. Para algunos quizás este tipo de programas sirva más como plataforma propagandística que instructiva, pero al menos podemos consolarnos con el hecho que la posibilidad de elevar consultas a altas esferas todavía existe en nuestro Estado de Derecho.
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